LA JUSTIFICACIÓN DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA: La pugna por los derechos de conquista sobre los nuevos territorios derivó pronto en un conflicto propagandístico entre los estados europeos, por lo que la «leyenda negra» sobre las atrocidades cometidas por la corona de Castilla empezó pronto a expandirse. Para contrarrestarla, se ofreció una imagen de las culturas precolombinas que justificara la intervención armada de los españoles. Incas y aztecas eran presentados como feroces tiranos, y la conquista, como la única vía posible para acabar con esa opresión. La propagación de la fe cristiana y de la civilización europea sobre las «atrasadas» culturas americanas se convertía en sinónimo de liberación. La implantación europea se justificó con numerosos mitos. Se discutió si los indígenas eran descendientes de Noé y si tenían alma y, por tanto, si eran o no humanos. Además, como era evidente que el nuevo continente había sido creado por Dios y que Cristo no pudo desconocerlo, aparecieron crónicas que encontraban evidencias del Diluvio Universal en América y que asociaban creencias indígenas con algún apóstol. De este modo, se empezó a construir la imagen «eurocéntrica» de América.